martes, 5 de junio de 2012

032 MACHIYA (La casa japonesa)


MACHIYA: La Casa japonesa.

La arquitectura japonesa tradicional es extraordinaria, en su variedad y su simpleza, en el delicado balance entre su mundo interior y su relación con el exterior.

Una de las tipologías de vivienda más interesantes es la machiya, una residencia de mercaderes y artesanos desarrollada en la ciudad.

Machiya tiene dos significados, de acuerdo al carácter que se utilice: 町家 significa literalmente "casa de la ciudad", mientras que 町屋 significa "tienda de la ciudad", denotando en todo caso la convivencia de funciones comerciales con las de residencia. Puede encontrarse en todo Japón, aunque es característica de Kyoto. Por eso, algunos las llaman kyomachiya 京町家 , o "casas de la capital".

La ciudad de Kyoto se encuentra rodeada de montañas, lo que si bien la protege de tifones, le da escasa ventilación convirtiendo sus veranos en una tórrida, húmeda y sofocante experiencia. La casa machiya, que generalmente se adosa a otras de forma compacta, incluye una serie de elementos y espacios que permiten ventilar los ambientes y tener una estancia placentera en verano.

Lamentablemente, el criterio japonés es "en invierno uno puede cubrirse con mucha ropa, mientras que en verano no hay nada qué hacer", por lo que las casas, de paredes delgadas, dobles alturas y jardines interiores, están preparadas para el verano, pero son demasiado frías para el invierno. Como contraste, las casas tradicionales coreanas tienen un interesante sistema de calefacción bajo el piso (ondol), lo que hace muy confortable caminar descalzo y hasta dormir en el suelo durante los meses invernales.

La típica machiya es una vivienda larga de fachada corta, hecha de madera. Normalmente consta de dos pisos y contiene uno o más jardines interiores.

En la parte frontal del primer piso se ubicaba tradicionalmente la tienda o mise, o un área social cuando la vivienda no tenía alguna actividad comercial.

A continuación se encontraba la "parte de la vivienda" (kyoshitsubu), que generalmente era edificada sobre una trama de columnas rectangulares de madera divididas por paneles intercambiables.

Los pisos son de planchas de estera tejida llamadas “tatami”, a excepción del piso de la cocina, cuyo piso es de tierra o piedra (doma) para evitar incendios. Pero el tatami es mucho más que una alfombra de estera. Es un sistema modular en el cual está basada toda la composición y la estructura de la casa. Cada módulo mide 1.910 m x 0.955 m, es decir 1 x 0.5 ken. La disposición de las columnas, el ancho de las puertas (tategu) y ventanas, todo está modulado de acuerdo al tatami. Dicha estandarización permitía la reutilización de materiales cuando una casa era demolida.

BREVE HISTORIA

Pueden encontrarse antecedentes de las machiya en el periodo Nara (710 - 794), pero se consolidarían más en el periodo Heian (794 -1185), cuando eran residencias de artesanos y comerciantes minoristas. En aquella época las machiya eran construcciones simples que compartían un patio común.

En posteriores periodos, como el Kamakura (1185-1333) y el Muromachi (1333-1573), caracterizados por frecuentes guerras, las machiya conformaban agrupaciones de viviendas en bloque muy unidas, que hacían causa común para defenderse de los ataques de caudillos. Debido a que los impuestos se cobraban según el ancho de la fachada, las viviendas optaron por ser estrechas y alargadas. El ancho de las fachadas puede ser de hasta 6 m, aunque según el barrio y la ciudad en que se encuentren puede llegar hasta 18-20 m.

El desarrollo de las machiya como las conocemos hoy se dio en el periodo Edo (1603 - 1867), una época de relativa estabilidad y aislamiento del mundo exterior. Cabe destacar que en la estratificada pirámide social japonesa, los comerciantes eran considerados una de las clases más bajas, por debajo de los samuráis, artesanos y campesinos, por encima sólo de los intocables. Por ese motivo a los comerciantes se les prohibía construir sus viviendas con más de dos niveles y mostrar cualquier tipo de extravagancia. Eso ha motivado la escala estrecha y compacta de los barrios de machiya.

El perfil urbano compacto de las machiya las hace, lamentablemente, presa fácil de incendios. Muchas de las machiya que se ven hoy en Kyoto fueron reconstruidas luego del incendio que consumió gran parte de esta ciudad en 1788.

Kyoto fue una de las pocas ciudades que no fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial  precisamente para salvar su patrimonio histórico. Sin embargo, la expansión urbana ha traído más devastación que la propia guerra. Muchas de las machiya han perecido bajo la presión inmobiliaria, a menudo reemplazadas con edificios anodinos que destruyen el perfil de la calle. Esto ha motivado la creación de varios grupos de defensa, preservación y reciclaje de las machiya, algunos de ellos liderados por extranjeros.

INFLUENCIAS CONTEMPORÁNEAS

La flexibilidad, asimetría, modulación, espacialidad, funcionalidad y austera estética de las machiya han sido criterios que han tenido influencia en varios arquitectos modernos y contemporáneos.

Charlie R. Mackintosh se inspiró en la organización espacial, la simple geometría rectilínea, el uso de pantallas deslizantes y otros para su escuela de Arte en Glasgow.

Igualmente, Frank. L. Wright asumió el concepto de fluidez espacial de las machiya para crear su Casa Robie, en la que incluyó otros elementos como los grandes aleros, inspirados más bien en los templos nipones.

El minimalismo de Mies van der Rohe y su "menos es más" es típicamente japonés. Su Casa Farnsworth se separa del suelo mediante pilotes, utiliza una plataforma horizontal a la usanza de las terrazas o barandas japonesas y la flexibilidad de su espacio recuerda notablemente al de las machiya.

Este sistema de columnas sobre las que las paredes se ubican libremente y el sistema modular fueron también rescatados por Le Corbusier en su llamado "Sistema Dominó".

Con el buen ojo que lo caracteriza, el arquitecto Martín Lisnovsky en su arquitectura+historia encuentra conspicuas semejanzas entre la arquitectura de Richard Neutra y la japonesa, aunque, para ser honesto, las vistas corresponden más a villas imperiales como Katsuraque a las viviendas machiya.

Finalmente, entre muchos otros, Tadao Ando, particularmente en sus primeras casas, como la casa Azuma, muestra influencia de las machiya, a la que el arquitecto en más de una oportunidad ha hecho mención.

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